¿Qué sería de nosotros si cada uno de
los órganos de nuestro cuerpo se desentendiera del resto, si pretendiese para
sí todos los nutrientes que ingresan al organismo, si procurara su salud antes
que cualquier cosa creyendo que ésta es posible aún si algún otro órgano (o
varios, o todos) enferma?
Sencillamente no podríamos vivir. Si
vivimos es porque a cada segundo esa maquinaria maravillosa que es el organismo
humano … da una extraordinaria muestra de cooperación.
Distintos en tamaño, función y ubicación
cada órgano hace lo suyo, no se interpone en la función de otros, no se apropia
de las mismas, aporta lo que es necesario para la continuidad vital del cuerpo
y toma lo que necesita de los otros para su propia funcionalidad.
Todos estos órganos tienen, además, un
propósito común. Mantener la vida, la salud, el equilibrio del organismo. La
armonía de ese trabajo demuestra algo innegable: no puede haber un órgano sano
en un organismo enfermo.
Si, en consonancia con el cerebro, cada
una de nuestras manos no actuara cooperativamente con la otra para la
realización de innumerables tareas que van de lavarnos, hasta acariciar, desde
recibir un objeto hasta entregarlo, desde vestirnos hasta aplaudir, nada de eso
sería posible…
Sin el cerebro nuestras manos serían
inútiles…
(Resumen del Cap. “La vida cooperativa del
Libro “LA VIDA PLENA” – Vivir con valores, vivir con sentido de Sergio Sinay –
Ediciones B Argentina S.A. – 2010)
¿Cómo se puede explicar a un niño qué
significa colaborar? La colaboración o cooperación es la tarea de ayudar y
servir, de una manera desinteresada, a los demás. Para que los niños sean
personas colaboradoras y cooperantes es necesario que desarrollemos en ellos un
espíritu generoso, solidario y altruista.
Explicarles el texto anterior acorde a
la edad de los chicos, tal vez los más pequeños pueden hacer alguna prueba con
sus manitos, con sus ojitos (mirar cerca o lejos) etc.
Algunas ideas para conseguir que los
niños colaboren:
1.- Considerando la edad y las
capacidades de cada niño, es importante que cada uno de ellos coopere y
colabore en las tareas del hogar. Los niños pueden ordenar los juguetes, hacer
la cama, poner y retirar la mesa, etc.
2.- En el colegio también pueden
practicar la colaboración. Pueden ayudar a los compañeros que tengan alguna dificultad
para aprender, ayudar a su profesor a repartir material o a dar algún
recado.
3.- Colaborar es responsabilidad de
todos, también de los padres y educadores hacia los niños. Se enseña a
colaborar colaborando con ellos en sus tareas, en su día a día, en el
aprendizaje de un juego, en ayudarlos a vestirse, a comer, etc.
4.-Pueden colaborar, por ejemplo, en la
preparación de su fiesta de cumpleaños, en la organización de la casa,
etc. Por ejemplo en la preparación de una fiesta de cumpleaños, en la
organización de la casa, etc.
5.- La cooperación se enseña a los niños
con el ejemplo. Si los niños ven actitudes colaboradoras de sus padres
hacia los demás, se sentirán motivados s practicarlas e imitarlas
6.- Hacer un favor a otra persona
también es una forma de cooperar o colaborar.
¿De qué otra
forma puede el/ella colaborar en la casa y en la escuela?